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Así es como incluso los petroleros se convierten en veleros ecológicos

La vela eléctrica, equipada con cojinetes igus, reducen el consumo de combustible hasta en un 40%.

Así es como incluso los petroleros se convierten en veleros ecológicos
Los cojinetes de fricción y los rodamientos rígidos de bolas de igus permanecen intactos incluso con el mar agitado. Además, contribuyen a la preservación del medio ambiente al no requerir lubricación. (Fuente: igus GmbH)

La start-up española bound4blue ha desarrollado una tecnología revolucionaria con el objetivo de reducir las emisiones contaminantes del transporte marítimo mundial: velas rígidas automatizadas que disminuyen considerablemente el consumo de combustible. Para evitar el uso de lubricantes y minimizar los intervalos de mantenimiento, se utilizan cojinetes de fricción y rodamientos de bolas igus.

Gran parte de los buques oceánicos, costeros y de navegación interior siguen funcionando con fuel y gasóleo, esto tiene un impacto ambiental que ya no es sostenible para las empresas a nivel mundial. Con el fin de alcanzar el objetivo común de la industria naviera internacional de lograr una huella de carbono cero para 2050, los ingenieros están trabajando sin descanso en el desarrollo de tecnologías de propulsión más respetuosas con el medio ambiente, como motores eléctricos o combustibles a base de metanol y amoníaco. Sin embargo, una empresa emergente de Barcelona, bound4blue, va en una dirección completamente distinta: la idea es aprovechar la fuerza del viento con un novedoso sistema de propulsión para reducir el consumo de combustible. Para implementar esta idea, se requería de componentes robustos y de larga duración que pudieran resistir condiciones ambientales adversas. Los cojinetes de fricción y los rodamientos de bolas de igus demostraron ser la solución idónea.

Gran flotabilidad gracias al mecanismo de succión eléctrico
El invento de los ingenieros españoles incorpora dos sistemas de propulsión complementarios: las velas rígidas y los eSAIL. La combinación de estos elementos da como resultado unos artilugios gigantes de unos 20 m de altura que se instalan en la cubierta del barco y se ajustan automáticamente al viento, imitando así el funcionamiento de una vela tradicional. Las velas rígidas son similares a las alas de un avión en posición vertical y se basan en los mismos principios aerodinámicos, con la ventaja que son abatibles y ocupan un espacio reducido. En cuanto a los eSAIL, que tienen forma de columna, cuentan con una característica técnica singular: un mecanismo eléctrico situado en la parte posterior de la vela succiona aire del exterior mientras la embarcación se desplaza, reduciendo de manera notable las turbulencias que normalmente se producirían. Como resultado, el flujo de aire envuelve la vela, creando una sustentación significativa con una resistencia mínima. Esto se traduce en una eficiencia siete veces superior a la de una vela convencional, lo que le otorga una potencia suficiente como para disminuir el esfuerzo que deben realizar los motores.

Mediante la implementación de las velas eléctricas y los eSAIL, es posible lograr una reducción del consumo de combustible de hasta un 40%, y su periodo de amortización es inferior a cinco años. Con el objetivo de convencer a las empresas navieras de las ventajas de este nuevo sistema de propulsión, los ingenieros también buscaban minimizar los costos de mantenimiento, tanto de las piezas más grandes como de las más pequeñas. No fue una tarea fácil, dado que el sistema debía resistir cargas elevadas, exposición al agua salada, alta humedad y variaciones de temperatura durante años, sin requerir reparaciones frecuentes. Sin embargo, bound4blue encontró la solución en los componentes igus.

Componentes resistentes a la corrosión y sin necesidad de lubricación que minimizan el mantenimiento
Los ingenieros han decidido utilizar casquillos plásticos fabricados con material iglidur X para los ejes de los engranajes y las varillas de soporte de las velas. En comparación con los cojinetes metálicos, los cojinetes de plástico son insensibles a la corrosión, incluso en contacto directo con el agua de mar. Además, a diferencia de muchos cojinetes fabricados en metal, con estos componentes las empresas navieras también pueden prescindir de la lubricación, ya que los lubricantes sólidos incorporados en los materiales de igus garantizan un funcionamiento sin necesidad de mantenimiento ni una sola gota de aceite.

La tecnología de igus también se utiliza en el sistema de pilotaje, que incluye un sensor para medir la presión atmosférica. En este caso, los ingenieros confían en los rodamientos rígidos de bolas de la serie xirodur B180, que constan de cuatro componentes inyectados: un anillo interior y uno exterior de plástico de alto rendimiento, junto con una jaula y bolas de acero inoxidable. Además, funcionan sin lubricación, son resistentes al agua de mar y pueden ser utilizados en un rango de temperaturas de -40 a +80 °C. Una ventaja adicional es que estos rodamientos son alrededor del 60% más ligeros y hasta un 40% más económicos que rodamientos similares en metal.

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